Proceso de combustión
La combustión se produce como una reacción química entre el combustible (madera ) y el oxigeno que se encuentra en el aire en una proporción aproximada del 21%, este porcentaje depende de la altitud a la que nos encontremos (a más altitud menor porcentaje de oxigeno en el aire).
De la combustión de la madera se producen una serie de elementos entre los que se encuentran el CO2 y el CO, este último es tóxico con lo que es imprescindible que los tubos de salida de humos estén bien instalados y no exista revoco de gases.
La estancia donde esté instalada la estufa tiene que tener ventilación para que no se agote el oxígeno.
El encendido
Quitamos la tapa o abrimos la puerta de la estufa, colocamos varias pastillas de encendido y sobre ellas unas pocas astillas, encendemos las pastillas y abrimos completamente la entrada de aire de la estufa.
A los pocos minutos cuando las astillas hallan prendido incorporamos el resto de madera cerramos la puerta o colocamos la tapa y ajustamos la entrada de aire según convenga, en este primer estadio del encendido la estufa todavía no está a pleno rendimiento.
Cuando la leña se valla agotando debemos introducir más madera antes de que se apague la llama en la medida de lo posible la colocaremos en posición vertical y junta, para terminar regulamos de nuevo la entrada de aire para conseguir una combustión óptima.
Apagado
Lo mejor es que se consuma por completo todo el combustible, para ello abriremos la entrada de aire al máximo así aceleramos la combustión, una vez apagada la llama comprobaremos que no quedan rescoldos encendidos removiendo las brasas, para finalizar cerraremos la puerta o pondremos la tapa de la estufa.
Un comentario
La estufa de leña es un elemento fundamental en una casa rústica, gracias a ella tendremos una parte importante de la casa como es el salón y además, tendremos un elemento decorativo