La iluminación supone aproximadamente el 4% del consumo de energía doméstica, esto nos lleva a plantearnos la posibilidad de reducir el gasto en luz si sustituimos nuestras bombilla tradicionales o de bajo consumo por las de iluminación led.
Hay un montón de razones para que nos pasemos a este tipo de iluminación, entre otras:
- Ahorramos hasta el 90% del consumo, en función de la iluminación que tengamos
- La duración de estas lámparas es de más de 20.000horas (aproximadamente unos 15 años)
- Son más seguras y contaminan menos (no tiene gases contaminantes como las de bajo consumo tradicionales)
- No desprenden calor
- El encendido es siempre instantáneo
Una vez decididos a cambiar las bombillas de nuestra casa, sólo tenemos que tener en cuenta el tipo de luz que queremos y para ello nos fijamos en el siguiente dato
- Bombillas de luz blanca, esta luz viene referenciada por el valor 4000k o más (K se refiere a grados Kelvin), esta recomendada para zonas de trabajo como cocina, oficinas, zonas de estudio…
- Bombillas de luz cálida, viene referenciada por el valor 3500k o menos, se recomienda para zonas de descanso y como luz de ambiente.
La otra variable a tener en cuenta es el ángulo de iluminación que puede variar de 20º a 180º en función de la zona a iluminar.
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